Progreso.- Caras largas dejó este jueves la llegada del crucero Carnival Valor, procedente de la isla de Cozumel, Quintana Roo.
La nave de recreo arribó con 4,805 personas, de los cuales 3,865 fueron pasajeros y 1,120 tripulantes, de los cuales apenas en el puerto permanecieron unas 400 personas, principalmente familias.
Con la poca cantidad de visitantes, las ganancias, como era de esperarse, fueron mínimas, dijeron comerciantes y prestadores de servicio.
Apenas gané unos 50 dólares, buenos para la comida, dijo Roberto Hernández, mejor conocido como “Chita”.
La misma suerte corrieron trovadores, vendedores de avioncitos, collares, artesanías, lentes de sol y mangos y sandía.
Los que salvaron el día fueron los que ofrecen paseos en banana y masajes terapéuticos.
Algunos comerciantes se quejaron de que se permite la entrada a personas que piden limosna hasta la zona de playa, lo que da mal aspecto, según ellos, al área turística.