Progreso, Yucatán a 04/11/2023.- Familiares de la joven Betzy Marifert Aguayo Chí, de 16 años de edad y de quien no se sabe su paradero desde el pasado 25 de octubre, continúan con la intensa búsqueda para tratar de dar con ella.

Según indicaron, además de la Alerta Amber, ya cuentan con la denuncia ante la fiscalía general del Estado. Comentan que lo último que supieron de ella fue el día antes mencionado mismo en el que ella acudió a la escuela, pero nunca volvió a casa.

A través de algunos estudiantes del COBAY han podido saber que la chica y una de sus amigas no entraron a su última clase el día de la desaparición, por lo que salieron de la escuela antes de tiempo, esto a pesar de que en la escuela le informan de que sí estuvo presente en todas las clases.

La madre de la joven, la señora María Bartola Chi Brito, aseguró que una de las primeras cosas que hizo fue ponerse en contacto con la amiga de su hija, pero ésta solo le dijo que la última vez que la vio, esta se dirigía a su paradero de camiones.

Cabe destacar que la desaparecida no cuenta con un teléfono propio, por lo que se contactaban por medio del celular de la amiga, siendo el mismo equipo en el que también abría su cuenta de Facebook.

Dicho lo anterior, la afligida madre comentó que en días pasados comenzó a ver en facebook comentarios y mensajes desde la cuenta de su hija, en la que indica que se encuentra bien y que ya la dejen de buscar, pues se fue por voluntad propia y que le había comunicado esta decisión a su familia, cosa que fue negada rotundamente por la señora María, quien asegura que la relación con su hija iba del todo bien y siempre le compartió sus sueños de salir adelante e incluso de ser militar.

La aparición de dichos mensajes hacen sospechar que no serían escritos por Betzy, pues el estilo de escritura es muy diferente, por lo que temen que alguien más pudiera estar escribiendo dichos mensajes.

Aunado a lo comentado líneas arriba, otros estudiantes aseguran que la amiga de Bretzy suele decir en la escuela que sí sabe donde está, pero que no piensa decir nada para evitarse problemas, al enterarse de esto, doña María ha tratado de comunicarse con la amiga pero ésta le ignora los mensajes y desvía las llamadas, por lo que no ha podido averiguar nada más sobre el paradero de su hija.

Mientras la amarga espera continúa, la familia continúa entregando volantes y pegando carteles en las calles del puerto pidiendo apoyo por si alguien la ha visto para ayudarla a volver a su hogar.