PROGRESO, Yucatán.- El profesor jubilado Jorge Ignacio Cachón Mejía de 96 años de edad y mejor conocido como “Chichán”, ingresó a la “escuela celestial” a las seis de la mañana de este “Día del maestro”. Su labor al frente del aula de clase en el colegio “Carlos Marx” Deja una huella imborrable para todos aquellos que conocieron a este singular poblador porteño.
De acuerdo a sus familiares, el maestro hoy dejó el mundo terrenal por causas naturales, pero sus anécdotas y vivencias en el colegio quedarán marcados en la memoria de varias generaciones de estudiantes a los cuales les dio clases.
Sus familiares, externan que el “Profe Chichan” presentía que su final estaba cerca, por lo que sus últimos días en vida los pasó junto a sus hijos, nietos y bisnietos. También aprovechó para ir a la playa luego de casi treinta años sin tocar la arena y sentirla de nuevo y oír el sonido de las olas del mar.
El profe será velado durante este día en la sala uno del recinto funerario “Reyes Rodríguez”.
EL extinto es hijo de Aurelia Mejía e Ignacio Cachón, vio la luz en el municipio de Maní, Yucatán, el dos de noviembre del año 1928. La niñez de este personaje estuvo acompañada de eventualidades como la primera y segunda guerra mundial.
Llama la atención que los hermanos y padres de este maestro fueron gente longeva, prueba de ello fue una de sus hermanas que logró vivir 102 años. Siendo otra característica de todos, el buen corazón con sus semejantes y llevar una vida sana.
El maestro “Chichán” contrajo nupcias con Gloria María Gómez y procrearon seis hijos: Ignacio, Armando (Q.E.P.D), Andrea, Raquel, Teresa y Carlos. De todos ellos, solo la penúltima hija de este matrimonio, optó por ser también maestra gracias al ejemplo de su papá.
Para José Ignacio Cachón Mejía “chichán”, la educación le llegó cerca de sus cuarenta años de edad, cuando al dejar atrás la venta de plátanos y adentrarse a la reparación de diversos aparatos, un amigo cercano le propuso emprender una carrera en la escuela normal superior.
A pesar de que su taller de reparaciones prosperaba entre semanas, su familia relata que le ilusionaba tener que acudir al colegio en jornadas sabatinas. Hasta que contra todo pronóstico consiguió graduarse y empezar una nueva etapa que le traería imborrables recuerdos.
Sus comienzos estuvieron dentro de la escuela “Artes de oficio” que se ubicaba en la planta alta del mercado “San Benito”, en la ciudad de Mérida. Ahí, el maestro “chichán” enseñaba de tres de la tarde a siete de la noche a varios adultos dentro del área de la tecnología y mecanografía.
Posteriormente se iría a la que es considerada su casa en el ámbito educativo: la secundaria “Carlos Marx” del centro de Progreso, donde en aquel entonces estaba al mando el director Marcos Valencia, quien lo aceptó gustosamente para otorgarle el taller de electricidad.
Tras más de treinta años ejerciendo esta labor y bajo la tercera edad, la carrera como educador para Jorge Ignacio Cachón Mejía llegó a su fin. El titular del colegio “Carlos Marx” era Francisco Pérez de la Rosa, quien le concedió un homenaje y despedida en donde no faltaron las lágrimas de muchos de sus alumnos que vieron partir al apreciado maestro.
La reparación de motores, lavadoras, entre otros artículos fue la nueva dedicación que tuvo este ilustre poblador del puerto.
Datos que resaltan de la vida de esta educador son por ejemplo su capacidad para saber la hora mediante la vista al sol. A pesar de contar con recursos económicos que le permitían comprarse algún vehículo nunca adquirió uno, pues optaba por caminar o usar bicicleta si tenía prisa.
El profesor dejó en vida a cinco hijos, veinte nietos, quince bisnietos y dos tataranietos con los cuales solía convivir para tener distracción, su rutina era pasar quince días en el puerto y otros quince en la ciudad de Mérida.
Descanse en Paz.